Crónica: IV Torneo – Warhammer Fantasy (6ª)- Villa de Navaridas 2025

EL pasado 15 de noviembre de 2025, tuvo lugar el IV Torneo de Warhammer Fantasy Villa de Navaridas, un torneo muy cercano para los participantes que tuvo una gran respuesta, acogiendo durante el fin de semana a jugadores venidos desde muy-mucho lejos, como los integrantes del Clan Kharnuz y representantes del Leyendas en Miniatura, junto a jugadores de grupos más cercanos como Aquí Está la Partida y del Ordo Navarrorum.

La verdad, que la llegada a Navaridas a estas alturas del año es una bucólica estampa, rodeada de viñedos teñidos con los rojos y ocres del otoño invitaba a cualquiera a desconectar para una buena jornada de Warhammer. De hecho, algunos jugadores aprovecharon la oportunidad para pasar el fin de semana por la zona.

Para los que no la conozcáis, se trata de una pequeña localidad de unos 200 habitantes, situada en plena zona vitivinícola de la parte sur de Álava, cerca de La Rioja, con antiguas casas de piedra que la dotan de un atractivo particular.

Pero su reducido tamaño no implica que los organizadores de este torneo no se esmeren en preparar un evento de primer nivel, y uno de los torneos de referencia en la zona norte.

La organización, en este caso al mando de Picnic en Drakenhof, se esmeró en el cuidado a los jugadores y de aprovechar al máximo el espacio disponible en el ayuntamiento, por lo que excepto en el baño, todo el espacio del consistorial estaba tomado por mesas de Warhammer, consiguiendo hacer sitio a los 32 participantes que se arrimaron a Navaridas.

La recepción consistía en un buen ágape casero a base de bizcocho y galletas de mantequilla que eran una auténtica delicia para el paladar.

Cabe destacar que las mesas del torneo contaban con escenografía de primer nivel, con ubicada en los puntos clave de algunos tapetes ofrecían una experiencia muy inmersiva. No es de extrañar que cada vez los organizadores de torneos y jugadores quieran contar con elementos de primer nivel para subir un punto de calidad el disfrute de sus partidas.

La primera partida contaba con la regla de las emboscadas orcas, de forma que las tropas sobre el tablero se veían hostigadas por diferentes amenazas pieles verdes surgiendo desde el borde del tablero.

Aquí los tenemos, haciendo un descanso tras un trabajo bien hecho.

Para la segunda partida, se apostó por un escenario de control de objetivos en el que los jugadores, partiendo desde las esquinas, tendrían que controlar al final de la partida una serie de marcadores de puntuación variable, y repartidos en la diagonal del tablero.

Ver algunas formaciones desplegadas de formas tan compactas en los cuadrantes designados daba algunas instantáneas impresionantes.

En esta ronda, la mesa del choque entre la legión demoníaca y la hueste del Caos de Yorch brilló con luz propia, ya que el nivel pintado de ambos ejércitos era tan alto que convirtió esa batalla en un derroche de éxtasis para la vista.

También tuvo gran protagonismo el «barco de coleogros»:

Así que, aunque hubo auténticas masacres sobre el tablero, algunas puntuaciones no fueron tan dispares al final de la partida tras contar los objetivos controlados. Con todo, la sensación que reflejaban los jugadores fue de una partida inmersiva y entretenida:

Y tras unas cuantas horas de juego, los chicos de Picnic nos llevaron a comer al centro neurálgico de la villa, donde nos pegamos una buena panzada con una ricos entrantes y donde el bocadillo de pulled pork se llevó la mano ganadora. Un heladito de postre con un café, y la gente estaba lista para la tercera partida.

Previo a la última batalla, se produjeron las justas entre generales; un enfrentamiento directo entre ellos que llevaría a la gloria a unos y al olvido a otros. De hecho, los menos afortunados vieron como sus valerosos generales morían antes de comenzar la tercera partida.

El tercer escenario, se trataba de una batalla campal clásica, donde ya se palpaba cierta tensión entre los aspirantes al público, contrastando la relajación entre los jugadores más descolgados que se pudieron centrar en la diversión tratando de realizar gestas imposibles.

La mesa de premios aguardaba a aquellos jugadores más audaces y capaces con los pinceles, junto a una tremenda colección de escenografía de Txarli Factory:

Al finalizar las tres partidas y tras añadir los puntos de organización, pintura y deportividad, Gragh (el tío Vicente para los cercanos y promotor principal del Ruralhammer) se hizo justo merecedor del premio de Mejor Jugador del Mundo (e incluso del universo) de Warhammer, galardón al que añadió el de “Mejor Ejército” y “Mejor Unidad Pintada”.

Le acompañaron en el podio Yorch (“Mejor Conversión”), Gongolth (“Mejor General”), ambos del Clan Kharnuz, Paolochán (“Mejor Miniatura”) y Antonio (“Mejor Trasfondo”).

Enhorabuena para él y para todos los premiados. Os dejamos la puntuación final para recordaros que a algunos torneos hay que ir con los deberes bien hechos para quedar arriba, que el hobbye no son sólo las partidas:

Y tras muchas risas y abrazos, más unos pinchos por el pueblo, todo el mundo de vuelta a casa con la satisfacción de haber participado en un estupendo torneo.

Como suele ser habitual, os dejamos algunas fotos de los ejércitos desplegados para la puntuación de pintura, más otros detalles particulares de miniaturas y regimientos sobre el tablero: